Magdalenas Manchegas bajas en azúcar

Buenos días, el domingo nos levantamos con ganas de probar nuevas recetas, tenemos una receta antigua de magdalenas manchegas y pensamos en bajarles un poco el contenido en azúcar... el resultado MUY BUENO, y siguen siendo magdalenas tipo manchegas, con su característico "copete".

La elaboración es muy sencilla, muy parecida al bizcocho integral de yogur de la semana pasada.



Antes de nada comentamos los ingredientes (masa para unas 24 magdalenas):

• 375gr de harina de trigo (se pueden hacer también con harina integral)
• 200gr de azúcar blanco (se puede hacer también con azúcar moreno, la receta original lleva 375gr de azúcar)
• Ralladura de un limón y/o una naranja (teniendo en cuenta no rallar la parte blanca de la corteza, ya que sabéis que amarga)
• 250gr de leche desnatada (la receta original lleva leche entera)
• 250gr de aceite de oliva (se puede hacer también con aceite de girasol, pero el aceite de oliva da mucho más sabor)
• 5 huevos
• 1 chorrito de anís
• 2 sobres dobles de gaseosillas

Antes de empezar, buscar un bol grande en el que podamos mezclar todos los ingredientes. En primer lugar se mezclan todos los sólidos: harina, azúcar y las ralladuras de limón y naranja.

Importante: aunque los sobres de gaseosillas también son sólidos es lo último que se le añade a la masa.

Una vez añadidos los sólidos se mezclan el en bol con una cuchara para que la masa vaya cogiendo aroma de las ralladuras.

Después se van añadiendo a la mezcla los líquidos, leche, aceite y los huevos. Por último se añade a la masa un chorrito de anís (al gusto).

Ahora con la batidora (si puede ser con las varillas mucho mejor), se bate la masa durante unos 5 minutos, la masa debe ir cogiendo textura poco a poco.

Por último se añaden a la masa los dos sobres dobles de gaseosillas y se vuelve a batir la masa durante unos 2 minutos, para que todo quede bien mezclado.

El bol debes taparlo y meterlo unos 15 o 20 minutos en el frigorífico, hemos comprobado que el cambio de temperatura frio/calor hace que la magdalena suba mucho más y por lo tanto el copete sea más alto.
Mientras tanto puedes ir encendiendo el horno, con calor arriba y abajo, unos 220 grados.

Una vez pasados los 15 minutos sacas la masa del frigorífico y comenzamos a rellenar los moldes de magdalenas con la masa. Nosotros utilizamos la medida de papel de 10cm que venden en las tiendas de todo a 100.

Para manchar lo menos posible el horno, lo que hacemos es meter el papelillo para las magdalenas en moldes individuales de flan, existen moldes especiales para magdalenas, eso ya al gusto del consumidor, cada maestrillo tiene su librillo..... como dicen por ahí!
Nosotros sólo disponemos de 10 flaneras, por lo que tenemos que realizar dos o tres hornadas de magdalenas para poder realizar toda la masa.

La masa debe quedar casi al borde del papel, para que pueda subir y formar el característico "copete" de las magdalenas manchegas y que tanto nos gusta.

Una vez rellenos los moldes y con el horno ya preparado con temperatura de 220 grados, se mete la primera hornada unos 18 minutos. La bandeja debe estar a mitad de altura del horno.

El tiempo será menor seguramente en las siguientes hornadas ya que el horno irá cogiendo cada vez más calor y la masa se tostará antes.

Importante: según vayas sacando las rondas de magdalenas deberás esperar a que el horno vuelva estar de nuevo a 220 grados para seguir, ya que si no la masa no subirá de forma correcta. Y nunca, nunca, abrir el horno a mitad de horneado, ya que la masa puede venirse abajo.

Una vez sacadas las magdalenas, dejar que se enfríen  si puede ser sobre la rejilla del horno ya fuera mucho mejor, ya que es necesario que respiren.

En cuanto las magdalenas se enfríen guardar en bolsitas con cierre hermético o en un bote como hacemos nosotros para que no se pongan duras.

Un consejo de ultima hora...... No os las comáis recientes, la masa está mucho más buena una vez que ha enfriado y reposado.

Esperamos que os gusten tanto como a nosotros y que las disfrutéis en casa, como veis es una receta muy sencilla y es ideal para invitar a amigos o familiares a una buena merienda.